Capitulo 31: Confesiones a medianoche

Casi me estaba durmiendo.

Cuando por fin logro conciliar el sueño después de llorar en los brazos de Rosita, cuando por fin estoy quedándome dormida con la almohada en mis ojos y no debajo de mi cabeza, despues de tomarme un té de limón solo para sentir algo caliente en el cuerpo, escucho que alguien grita mi nombre.

Me colocó en la ventana de mi habitación y veo hacia abajo. Hay un taxi estacionado y un hombre está recostado del mismo mirando con dirección al edificio.

—No puede ser.

Antes de que mi cerebro me dijera que era él, mi corazón ya me lo estaba gritando.

¿Qué diablos hace Ernest aquí a medianoche?

—¡Vicky! — grita.

—¡Cállate vagabundo, es medianoche! — vocifera uno de los vecinos del segundo piso.

—No grites, ya voy. — le digo lo su

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo