Capitulo 30: Una sorpresa poco ideal.

—¿Lo sabías? —le preguntó a Timotheo con el celular en manos libres mientras conduzco con dirección a cualquier bar que me venda el suficiente alcohol, para olvidar el hecho de que mi Bonnie está embarazada.

—¿De qué diablos estás hablando ahora, Ernest? —Pregunta a mi primo haciéndose el desentendido.

Le conozco demasiado como para saber cuándo está mintiéndome.

O, como en este caso, cuando está omitiendo la verdad.

—No me vengas con esas cosas, Tim.

—Ernest lo que sucede en tu vida no es problema mío.

—¿Ahora no es problema tuyo? —Suelta una carcajada desprovista de alegría. —Me parece irónico que ahora no sea problema tuyo cuando fuiste tú precisamente el que me llevó a Vancouver para olvidar el jodido compromiso con Priscila.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo