Capítulo 21
Cae la noche más hermosa y divina que pudo existir. Y no lo digo por observar un cielo estrellado y sentir la temperatura del clima tan cálida, tan reconfortante. Sino porque, era la primera noche que tenía un poco de esperanza en mi alma condenada a la eternidad.
Bajo por las escaleras, ya lista para salir por primera vez después de tanto tiempo encerrada.
Llevo un collar de perlas alrededor de mi cuello, unas sandalias bajas con tiras