—¿Él te acostó? —me preguntó, podía escuchar la sonrisa en su voz.
—De la manera menos sexual posible —le dije—. Todavía estaba completamente vestida.
—Auch —murmuró.
—¿Qué voy a hacer, Nan? Me comporté como una completa idiota frente a Gavin.
—Estabas borracha, así que no puedes culparte por algo que hiciste mientras estabas ebria. Estoy segura de que Gavin te entenderá —me aseguró, tratando de sonar reconfortante, pero podía notar que ella también estaba insegura—. Además, no es como si estuvieras tratando de impresionarlo.
Mordí el interior de mi mejilla y gemí internamente. No podía decirle que Gavin era mi jefe y que necesitaba impresionarlo y mantenerlo contento para conservar mi trabajo.
—Supongo —murmuré, aunque ella podía escuchar la incertidumbre clara en mi tono de voz y suspiró.
—No tenemos clases hoy ¿Tienes tutoría? —me preguntó.
—No —le dije—. Afortunadamente, es mi día libre.
—¡Bien, necesitamos un día de chicas! Vamos a la ciudad y hagamos algunas compras.
Puse los ojo