Camila
Él puso sus manos en mi cintura, me entró al apartamento y cerró la puerta sin dejar de besarme ni un solo minuto.
Él me apoyó en la pared mientras que me besaba con gran intensidad… sus besos, de nuevo lo digo, sus besos son jodidamente adictivos.
Sus manos pasaban lentamente por mi piel haciéndome temblar por completo.
Podía hacer las cosas bien, o relativamente correctas, contándole todo… Pero a estas alturas, me da miedo que me odie.
Me detuve y lo miré, él tenía un no sé que en su mirada, pero que me daba la tranquilidad de que haber venido hasta aquí no había sido un completo error.
—Ya no quiero esperar más, sé que dijimos que tendríamos una relación únicamente sexual, pero no quiero eso, no quiero perder la oportunidad de estar contigo… por favor respóndeme dime que al igual que yo quieres estar conmigo, quieres estar en una relación más que solo sexo.
Él guardó silencio, solo puedo pensar en que me apresuré y que él no siente ni una sola parte de lo que imaginé.