Camila

Él se ubica frente a mí, cruza sus brazos y me mira.

—Hable de una buena vez Camila, no me gusta para nada este tipo de espectáculos que ese hombre hizo y mucho menos ver la manera en que la trató.

—No tengo nada que decir, simplemente pensó que era una mujer que brinda compañía… siento mucho parecer ese tipo de mujer. —Él parece bajar la guardia ante mi explicación tan banal.

—Lo siento, no quise echarle la culpa. Solo que parecía que se conocían muy bien.

—¿No cree que si lo hubiera conocido me hubiese ido con él?

—No, la verdad lo único que sé es que está escapando de alguien.

—Bueno, ese alguien claramente no es él. Le voy a decir algo, renuncio. Hasta hoy trabajo con usted, no quiero causarle ningún problema. Le agradezco por todo.

Dí media vuelta, pero él no dijo nada… tenía que buscar la manera en la que él me detuviera.

Dí unos cuantos pasos y vi la piscina. Maldije rápidamente por mi solución repentina, en especial porque no sé nadar.

Moví mis pies para que p