Camila
Él toma sus cosas y sale caminando, ni siquiera me avisa que va a salir ya, prácticamente debo ser adivina… No estoy acostumbrada a este tipo de trabajo y sí, la verdad me cuesta.
Empezamos a caminar, una revisión del hotel muy general, muy hermoso, costoso y desbordaba lujos. Aunque no entiendo mucho del tema, no tengo claro porque un lugar así puede presentar tantas faltas, puede tener tan mal manejo.
El teléfono que me dio Will comenzó a sonar, antes de que Alan se diera cuenta lo apagué, sé que esto posiblemente me traiga problemas, pero quiero disfrutar al menos estar en un lugar en donde no soy solo propiedad de alguien. Y no solo eso, en verdad quiero ayudar a Alan.
Al entrar al bar nos sentamos, Alan intentaba pasar desapercibido, pidió dos copas y nos ubicamos en una mesa remota en donde se puede observar bien todo. .
—Puedo preguntar ¿qué hacemos? —dije cuando vi al hombre que no seguía entrando al bar sentarse justo enfrente de nosotros.
—Quiero ver la percepci