Camila
Al abrir los ojos todo estaba oscuro, estábamos en la cama completamente desnudos, él estaba boca abajo y su espalda ancha incitaba a despertarlo y clavar de nuevo sus uñas allí, miré la hora un poco más de medianoche.
A pesar de que tome esta decisión me atormenta pensar lo que se viene, no es nada fácil, tomé mis cosas y me vestí.
Salí en completo silencio, una noche apasionada, una noche en la que no me sentí solo dando sexo, una como hace mucho no tenía y me gustó. Entré a mi habitación y me recosté en la puerta, me estoy enamorando de él, me estoy enamorando bobamente. Di unos cuantos pasos más hasta que sentí el olor a cigarrillo, todo mi cuerpo se alertó al ver a Will allá sentado al fondo de la habitación con su corbata suelta y con su rostro completamente tenso.
—¿Qué haces hasta ahora en la habitación de él? —él pronuncia con un tono de voz neutro.
Pasé de largo y dejé mis cosas sobre la silla y luego me senté frente a él. No estaba entre mis planes demostrarle m