GREYSON

Mi corazón latió con fuerza al escucharlo.

Ese era mi cachorro. No me arrepiento de haberlo tomado bajo mi sombra desde que nació.

No importa lo que hizo Bella, ella ya no está aquí para reclamarle.

Solo por haberme dejado a Owen, dejaré su memoria en paz.

Salí al fin de las sombras, apretando a mi Ava en mis brazos.

Los ojos de lobo se giraron hacia mí.

Podía ver en ellos el asombro y el nerviosismo.

Podía ocultar mi aura a voluntad con este nuevo poder que adquirí.

Nos enfrentamos en un silencio un tanto incómodo.

“Papá… escuchaste todo eso… yo…”

Su mirada me esquivaba.

“Hablemos después en la casa, cachorro. Tengo que halarte las maldit4s orejas, a ver si tienes agua de azúcar en el cerebro.”

Le dije refunfuñando.

“Me confiaste a Ava y la entregué al enemigo…”

La miró en mis brazos con ojos afligidos.

Todos sus sentimientos de arrpentimiento me golpeaban de frente.

“Ella está bien ahora… creo que solo entró en el sueño de su gente. Una larga historia.”

Agreg