Los días han pasado rápidamente, aun que las escusas para no ir a vivir con Marcus se me están agotando, él no entiende que no puedo dejar sola a Hye. Sé que el doctor Silver a dicho que está mucho mejor y de seguir así terminara mucho antes el tratamiento, pero solo pensar en alejarme de ella me mata. Jamás he estado lejos de mi mamá, Marcus insiste en que la lleve conmigo, pero aún no le he hablado de él. ¿Qué se supone que le diga cuando se lo presente y pregunte como nos conocimos?
"Mamá él es Marcus el mafioso más peligroso de Nueva York y lo conocí cuando trabajaba de prepago"
Vaya historia romántica.
El trabajo es otro de mis asuntos, me la he pasado encerrada todos los días desde que accedí a dejarlos. No estoy acostumbrada a esta vida, necesito ocuparme en algo o moriré de aburrimiento. ¿Y si le decía a Marcus que me dejara conservar el empleo del bufete? No es tan pesado y esta Liz. Me siento tan patética al no poder tomar mis propias decisiones, pero él es el dueño, no creo