Acostada sobre la cama del hospital estaba Alicia, todas sus pertenencias estaban de vuelta, ella dejó la ventana abierta, le gustaba observar las estrellas, recordaba fielmente aquellas noches en donde disfrutaba del cielo estrellado con su hermana Ámbar, tenía tantas ganas de comunicarse con ella, aunque si lo hacía tenía más que seguro que sus padres volverían por ella y la llevarían de regreso a aquel infierno, desde que salió de casa solo tenía experiencias nuevas y emocionantes, disfrutara de la tranquilidad de su última noche ahí, estaba más que segura que Derek le haría la vida imposible.

Sus sueños siempre viajaban a donde quería estar, y era en los brazos de Derek, desde aquella vez que ella lo espió junto con la rubia en el gimnasio, ella no dejaba de imaginarse en el puesto de ella mientras él devoraba su entrepierna ferozmente, por lo que esa mañana su cuerpo por primera vez amaneció mojado, tanto del sudor como de la lubricación que sale de su zona baja.

Luigi toco la pu