Un joven educado y amable.
–No, yo no haré nada de eso– Alicia se asustó al sentir como Derek con fuerza apretó su mano.
–Lo harás, o soy capaz de dejarte aquí mismo botado–
Él la miró con molestia, y Alicia evitó llorar por el fuerte apretón que le estaba dando, sus manos eran pequeñas y frágiles, pero ese animal no era capaz de darse cuenta que ella era una mujer.
–Está bien lo haré, pero solo suelta mi mano por favor–
Él le soltó la mano y bajo de la camioneta, tirando las llaves en el pecho a Alicia para que ella se encargará del resto, corrió al interior del campo, menos mal dejó bien estacionada la camioneta, porque ella no sabía manejar, gracias a Dios tenía el conocimiento de cómo se utiliza el control para dejarla con seguro, bajo el morral y camino detrás de ambos, Derek corrió con gran velocidad al pasar frente a Paola y ella empezó a caminar rápidamente detrás de él, solo que sus altos tacones no la ayudaban, por lo que se quedó atrás, Alicia corrió con el pesado morral hasta alcanzarla, tenía un