Un Año de Amor y Vida
El regreso al país fue recibido con una calidez inmensa. La familia los esperaba con los brazos abiertos, ansiosos por escuchar cada detalle de su luna de miel en Brasil. Había abrazos, risas, y una emoción palpable en el aire. Verónica y Emanuel los recibieron en casa con una cena especial, un gesto que reafirmaba la unión inquebrantable de la familia.
Pocos días después, Ismael y Carolina se instalaron en su apartamento, un lugar amplio y moderno que él ya había preparado antes de la boda. Estaba cerca de la casa de Emanuel y Verónica, lo que les permitía mantener la cercanía con la familia. Era el espacio perfecto para empezar su vida juntos, donde cada rincón fue cobrando significado con los días: el sofá donde veían películas abrazados, la cocina donde compartían desayunos improvisados y la habitación que se convirtió en su refugio después de cada jornada laboral.
La vida en familia y los nuevos comienzos
El bebé Agustín, hijo de Georgina y Alberto, crecía f