Bosque Green Forest

Durante mucho tiempo los gigantescos troncos de madera dura han permanecido tranquilos en la profundidad del bosque Green Forest.

Bosque de las tierras de Gran Bretaña, que nadie aún conoce, solo son leyendas. Ahí permanecen en medio de la penumbras de sus sombras los secretos que se encuentran escondidos para que no ser encontrados.

Seres místicos rodean cierta parte de este con su magia para no permitir al humano ingresar a él. El ser humano ellos lo tienen como el destructor de los lugares más hermosos del mundo y para él está prohibido acercase a la gran belleza y fuente de tranquilidad.

Hadas, magos, brujas, vampiros u hombres lobos son los que rodean y viven en este mágico lugar.

En el corazón de este bosque mágico está la fuente Milagrosa, una fuente que fue bajada del mismo cielo por la diosa luna, para bendecir a sus hombres lobos y aquellos seres que quieran beber de ella.

Dicen que muchas personas conocen de oídas esta leyenda, pero que nadie la ha visto en realidad. Dicen que sus aguas producen sanidad a cualquier enfermedad, muchos dicen qué es el agua de la vida eterna, pero la realidad es que nadie sabe a ciencia cierta dónde queda el lugar de esta maravillosa fuente o si es verdad lo que todos dicen.

Esta fuente milagrosa es custodiada por una manada hombres lobos guerreros, llamados Red Moon. Su Alfa es cruel y despiadado y su mayor sentimiento de odio está dirigido a los humanos.

O tal vez cambio eso cuando él se encontró con una joven y sintió aquella fuerza que lo dominaba cuando sus ojos se encontraron con aquellos ojos azules como el cielo.

Esos grandes ojos que lo miraron con terror lo dominaron.

Lentamente se acercó y la vio cómo temblaba, su olfato trataba de distinguir los aromas en ella.

—Quieto, perrito lindo— dijo aquella voz llena de pavor— quieto bonito.

La joven retrocedió y en su miedo dejó caer lo que traía entre sus manos.

Él con su pata limpio su nariz porque aquel aroma lo estaba torturando. Era un aroma exquisito de bosque fresco mezclado con menta y canela. Pero también había el olor que más odiaba a humano.

Gruño mostrando su grande fauces. La odiaba, pero también la amaba y la deseaba.

— ¡Lau! — se escuchó el grito de un hombre. Esto molesto al gran lobo negro. Sus orejas las movía para seguir lo sonidos de pisadas – ¡¿Dónde estás?!

El enorme lobo la miro fijamente. Nadie sabía que por esos lados había lobos y mucho menos hombres lobos. Él se debatía si atacar o simplemente reclamar lo que era suyo

Ella aterrada solo hizo lo que debía hacer.

Correr lo más lejos de aquel enorme y feroz animal.

Corrió sin mirar atrás y unos enormes brazos detuvieron su carrera.

—Niña, que te ha pasado— dijo el hombre que servía de guía— te advertí que no te alejaras del grupo.

La joven estaba blanca como un papel.

—Un…lobo— logro pronunciar— hay un lobo.

El hombre de unos cincuenta años la miro y sonrió.

—No niña linda— dijo con gracia— aquí en Gran Bretaña no existe los lobos— la miro— tal vez fue algún otro animal el que te asusto.

Ella se sonrojo al ver que sus palabras no iban a ser tenida en cuenta.

—Lo siento—dijo cuando ya pudo hablar y respirar con tranquilidad.

Una mujer muy blanca se acercó a la morena.

—Laura, cariño— la tomo de los hombros y comenzó su minuciosa revisión— hija mía, nos dijeron que no nos alejáramos. Estar en un bosque puede ser peligroso sino se conoce las normas básicas de sobrevivencia…

Laura cerro su pensamiento y también sus oídos. Ella volvió a mirar a la profundidad de aquel bosque. Ella podía jurar que aún sentía esa mirada de esos ojos rojos sobre ella.

— «Si era un lobo, un enorme lobo negro con ojos rojos»— pensaba la joven.

Que ellos dijeran que no existían los lobos no quería decir que no los había. Ella vio uno.

—Mamá— la interrumpió — se me cayó la cámara cuando salí corriendo— dijo pesarosa—¡Mis fotos!

El hombre corpulento la miro y dejo escapar el aire de su pulmones.

—Vamos a ver si la encontramos, pero debemos hacerlo rápido, pronto va a oscurecer— dijo algo molesto por tener que retrasar la partida.

Aquellas turistas desde el comienzo habían sido muy particulares y molestas para su gusto. Pero ganarse un dinero extra no estaba mal.

Así que el grupo espero mientras Laura en compañía de su madre y el guía fueron hasta el lugar, pero no encontraron nada.

—Juro que yo estaba aquí— dijo y señalo el árbol— ahí está el nido del pajarillo que estaba tomado la foto.

El hombre miro por el lugar y exasperado replico.

—Niña, aquí no hay nada— miro el cielo cubierto por la espesura del Green Forest— nos va a oscurecer y no es recomendable pasar la noche en el bosque.

Las mujeres lo miraron. Mirian miro a su hija y sonrió con tristeza.

—Vamos, mañana si podemos te compro otra cámara de esas desechables— dijo con tristeza— así seguirás tomando fotos para el proyecto de la universidad.

A la joven sus ojos se cristalizaron por las lágrimas. Su proyecto no importaba, lo que a ella le dolía era la cámara y el valor que significaba para ella.

—Pero, mamá— dijo la joven triste— y las que ya tomé, además esa cámara es muy cara, tú me la regalaste para mi cumpleaños veinte. ¡La amo!

Mirian había hecho un gran esfuerzo reuniendo el dinero para aquella cámara, para que su hija pudiera estudiar fotografía.

—Lo sé cariño, pero demos regresar— la tomo por los hombros— no podemos estar más en este lugar.

Laura se sintió abatida y siguió caminando en silencio. Luego miro donde estuvo de pie y miro más allá, y ella pudo sentir como unos ojos rojos la miraban. Ella se estremeció de miedo. Nunca había sentido algo parecido.

Todo el grupo de turista subió al pequeño autobús regresaron al hotel campestre.

—Mañana temprano regresamos a casa— dijo Mirian a su hija— fueron unas maravillosas vacaciones, ¿No lo crees?

La joven siguió mirando hacia la espesura de aquel bosque. Sentía que algo la llamaba y le atraía con fuerza. Sintió como su corazón palpitaba con fuerza como si se fuera a salir de su pecho. Y de repente ahí vio al enorme lobo negro de ojos rojos.

—Si existen— dijo en voz muy baja— los lobos si existen.

Desde la espesura del Green Forest el lobo negro miraba con odio a la mujer que se acaba de marchar. En su hocico llevaba la cámara que la joven dejo caer en el momento de su carrera.

— “Alfa”— llamo uno de los lobos guerrero— “ya se marcharon los turistas”

—Quiero que vigilen a ese grupo— dio la orden molesto— ahora me voy. Redoble la seguridad, ella estuvo cerca de la fuente Milagrosa, ningún humano debe encontrarla o se desatará una guerra.

El lobo corrió apresurado, necesitaba lavar su cuerpo para quitar de él aquel aroma que lo está torturando con fuerza.

Llego y rápidamente y se convirtió en hombre. Desnudo camino hacia la gran casa que se encontraba en medio de aquel místico lugar.

—Amor, llegaste— dijo una mujer alta de ojos amarillos— ¿Cómo te fue?

Él gruño y no se dejó tocar por la amante de turno.

— ¡No me toques! — le grito furioso — voy a bañarme. No me molestes

Ella se sorprendió al oírlo, nunca la había rechazado. Esto la preocupo.

— ¿Qué le pasó a mi hijo? — pregunto el padre del Alfa.

—No lo sé Alfa —dijo la joven que aún no salía de su sorpresa por aquel rechazo.

—Entonces vea su habitación y averigua qué es lo que le ha sucedido—dio la orden y la mujer sin perder tiempo llegó hasta la habitación.

La casa tenía tres plantas. La primera parte dominaba sala, cocina, baños y oficinas. La segunda eran habitaciones y un gimnasio y la tercera estaba la habitación y espacios solo del Alfa.

La hembra subió rápidamente hasta la planta superior e ingreso a la habitación y escuchó que él se bañaba, así que rápidamente se quitó la ropa ingresó en el baño desnuda.

Él al verla se enfureció aún más, no entendía por qué ahora la mujer que tantas veces había tenido sexo con ella ahora le repugnaba, tan sólo con su presencia.

—Te dije que me dejes en paz— la gritó con voz de Alfa. Haciendo que la mujer retrocediera llena de miedo.

— ¿Qué te pasa?, cariño —dijo ella cuando se repuso de su temor— he hecho algo malo.

Él la miró y se metió bajo el chorro del agua para tratar de calmar aquella furia y el fuego que estaba encendido en él.

—Alysa sólo quiero que me dejes en paz— le repitió ahora con la voz más calmada.

La mujer salió del baño muy confundida por el proceder del Alfa, así que rápidamente se vistió y salió de la habitación y cuando él supo que ella no estaba solo salió del baño.

— “Ella es nuestra mate”— dijo el lobo en su interior— “Es mía”

El hombre furioso buscaba que ponerse.

—Sé que es nuestra luna — respondió a través del link— es una humana y yo odio a los humanos. Ellos mataron a mi madre y a mi hermana.

El lobo aulló lleno de coraje.

— “¡Eso a mí no me importa!”—respondió el lobo furioso dentro de él— ella es mi mate y la quiero conmigo.

El hombre furioso cortó la conexión con su lobo y terminó de vestirse. Fue una enorme lucha que tuvo el hombre con la bestia, gracias a que el hombre era más fuerte que el animal logró dominar el impulso de él por ir detrás la mujer. De lo contrario, ahora muchas personas sabrían la existencia de los lobos.

Ya totalmente vestido bajó a la oficina y ahí encontró a su padre que lo esperaba sentado en el escritorio.

— ¿Qué es lo que realmente te pasa? — preguntó el hombre entrado en años —has llegado hecho una furia.

Los ojos negros del hombre lo miraron fijamente.

—Encontré a mi mate—le dijo sin dejar de mirarlo y vio como el rostro de su padre sonrío ante aquella noticia.

—¡Qué bien! — dijo levantándose de la silla y abrazando a su hijo, más este no respondió aquel abrazo— ¿Qué te pasa? ¿No te gustó tu loba?

El joven lo rodeo y se sentó en el lugar donde estaba su padre.

—El problema mi alfa, es que ella no es una loba —lo miro y comenzó a sacar unos documentos— ella es una m*****a humana.

El rostro del padre perdió el color y sus labios se pusieron blancos.

— ¿Ella es una humana? —repitió en voz alta y temblorosa.

—Sí padre, la luna de la manada Red Moon es una humana.

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