52. Pídemelo
Carol
Es todo lo que se me viene a la mente cuando pienso en la mafia: Negocios, sangre, muerte, poder. No creo que aspiren a algo más y estoy metida hasta los huesos, pero estoy bien con ello, en serio lo estoy.
Cuando llegamos a casa bajo rápido para ver cómo sigue Ximena, entramos a la casa, se ve más relajada, pero aún le duele algo.
—Dime por favor que no bebiste el Yex.
—¡¿Yex?! —preguntan los chicos al mismo tiempo.
—Larga historia —le resto importancia a los detalles.
Ella niega.
—No bebí, tiraste mi copa ¿Recuerdas? Solo me siento cansada, he estado así últimamente, no te preocupes.
—La semana pasada no dejabas de sudar y tenías escalofríos, creo que deberíamos ir al doctor.
—Que estoy bien —insiste —pero si te consuela iré pronto, aprovecharé otros estudios que se realizará Santi y me aseguraré de no tener nada.
—Bien —le doy un apretón a su mano.
—Tenemos un regalo —anuncia Klaus, feliz.
—¿Regalo? ¿Qué celebramos?
—Vamos, cariño —tomo su mano para ponerme de pi