—Jenn llegaste —abrió sin ver.
—No soy Jenn —dijo la voz del otro lado, ella volteó asustada.
—¿Dustin, qué haces aquí? —preguntó aturdida.
—Vine a hablar —contestó el joven.
—¡Lo siento!, pero no es momento. —Suspiró con ahogo.
—¿Qué sucedió? —inquirió al ver a la joven tan demacrada.
—Me peleé con tu hermano, pero en serio, no estoy dispuesta a hablar de eso contigo —confesó abatida.
—¿Kim qué hace él aquí? —p