Por Alejandro
Omar entra a mi oficina para que le diga lo que está sucediendo.
Le conté que a la mañana volví a tener relaciones con Valeria.
-No sé que dije, pero la convencí o surgió solo, el tema es que lo primero que me dijo es que Emi había dicho que no iba a aceptar ser nuestra testaferro y que ella iba a renunciar, sé que ayer me extralimité, eso sucede porque la tengo cerca y me desespero.
-Pero después te la cogiste.
-Sí…me devolvió un beso y cuando me di cuenta, estábamos en el sillón, mierda, me acuerdo y la quiero tener de nuevo.
-Algo está mal.
-Sí…lo sé.
Le conté la conversación en el auto.
Omar sonríe.
-Son criaturas.
-Sí, es que a pesar de tener 20 años y vivir solas, se la pasan trabajando y estudiando.
-Por eso le aseguraste que no la íbamos a ver…
-Exacto, en un momento me di cuenta que tiene miedo de enamorarse de vos, Valeria está enamorada de mí.
-Que cagada.
-No…o sí, no lo sé, pero me encanta.
-¿Vos qué sentís?
-La necesito…se lo dije hoy para que no renuncie