Por Alejandro
Traté de tranquilizarme, lo logré a medias.
-Vas a estar preciosa con ese vestido.
Dice Susana.
Mi tía sonríe.
Y mis ratones comienzan de nuevo.
¿Qué les pasa a estás dos mujeres que antes yo era su preferido y ahora parece que cada uno de sus comentarios es en contra mío?
-Gracias, siempre son muy amables.
Daniela entra detrás mío y cuando vio a Valeria, se sentó casi pegada a mí.
Recién estaba furiosa y ahora parece mi mejor amiga, no la entiendo.
-Vale, esta noche tenemos una cena, preparame un traje, por favor.
Sí, hacía rato que a Valeria le pedía todo por favor.
-Fijate si te olvidaste algo en mi cuarto, porque saliste apurado por esa cena.
Dice de repente Daniela.
Mi tía y Susana la miran bastante mal y Valeria me mira a mí, sus ojos se hicieron más claros y una sonrisa, que en realidad no era tal, floreció en su boca.
-Daniela, estoy cansada de que tomen esta casa como si fuera un hotel y si lo hacen, podrías tener el decoro de no anunciarlo, te tendría que dar