Fuera del aeropuerto ya había gente esperando. Eran enviados de los Herrera.
Gabriel abrió caballerosamente la puerta del coche:
—Ana, sube al auto y te explicaré con detalle.
La calefacción dentro del vehículo era muy buena.
Las manos y pies fríos fueron entrando en calor gradualmente.
Gabriel explicó con calma:
—Fabiola quiere divorciarse de Camilo.
Camilo era el padre de Mateo y Paula, y también el cuñado de Gabriel.
Esta noticia no sorprendió demasiado a Ana.
Desde que Fabiola le preguntó sobre sus problemas sentimentales, había sospechado que su matrimonio atravesaba dificultades.
Lo único que podría hacer que Fabiola decidiera divorciarse tan tajantemente era obvio:
Camilo le había sido infiel.
El matrimonio llevaba años viviendo en lugares diferentes, cada uno ocupado con su propia carrera, reuniéndose como máximo dos veces al año.
La comunicación entre ellos tampoco era muy frecuente; los problemas eran inevitables.
La aparente tranquilidad anterior solo había sido la calma ant