Capítulo 109. Honor mancillado.
Habitación de Elizabeth en la clínica de lujo. Annelise, la madre de Elizabeth, está sentada junto a la cama de su hija, que está dormida. De la nada, aparece furioso el príncipe Arthur.
—¡Annelise, sal de aquí! —grita el príncipe con voz dura.
—Arthur, por favor, no hagas esto. Elizabeth está enferma —suplicó su mujer.
—¡He dicho que te vayas!
Annelise se levantó, se acercó a la puerta y salió de la habitación con lágrimas en los ojos. Arthur se acercó a la cama de Elizabeth y la despertó de golpe.
—¿Padre? ¿Qué sucede? —preguntó Elizabeth, desorientada.
—No te hagas la inocente, Elizabeth. Sé todo sobre tu romance con ese lacayo, Jacob —le respondió con desprecio.
—Padre, no es lo que parece.
—¡No me mientas! ¿Cómo pudiste humillarme de esta manera? ¡Tú, mi propia hija, a la que he dado todo!
—Padre, yo te amo.
—¿Amor? ¡No sabes lo que es el amor! ¡Solo te importa tu propio placer!
Arthur agarró a Elizabeth por los hombros y la sacudió con fuerza.
—¡Padre, me estás haciendo daño! —e