CAPÍTULO 38. ESTÁ SUFRIENDO POR MARCIA

Luis Gregorio vio a su hijo salir, pero no lo detuvo, sentía sus piernas como plomo, se sentó y los recuerdos del pasado inundaron su mente, cuando conoció a Milvida, él a pesar de ser un hombre de treinta y ocho años nunca se había casado, no le gustaba ninguna de las mujeres hijas de otros terratenientes, les parecían demasiado superficiales.

Ese día venía por la carretera de arena hacia la hacienda, cuando vio a una jovencita sacando la mano para pedir un aventón, a penas la vio se quedó impactado por lo hermoso de su mirada, tenía unos ojos color chocolate fundido, su cabello color castaño caía como cascada sobre sus hombros.

—Buen día, señor, disculpe por pedirle un aventón, mire —expresó, mostrando el calzado—. Se me rompieron las sandalias y debo llegar a casa de mi hermana, bueno ella vive aquí porque trabaja en

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo