Descontrol.
Gloria se sentía muy enojada, no había conseguido su cometido, ella condujo de regreso a su casa.
—¿Dónde está mi esposo?—le preguntó a un empleado.
—El señor se encuentra con el joven—contestó el empleado un poco nervioso.
Gloria ingresó a la casa y pido escuchar el escándalo que provenía de la segunda planta.
Así que se apresuró a subir, hasta llegar a la habitación de su hijo, en donde Mauricio trataba de controlar a su hijo, quien había perdido el control después de haber escuchado la conversación de su padre y Ángela.
—Debes calmarte—le dijo Mauricio tratando de conseguir calmar a su hijo.
—Calmarme, acaso no la escuchaste—grito fuera de sí, Mauro.
—Claro que la escuché, pero el que destruyas todo, no cambiará las cosas—Mauricio se acercó a él en un intento de sujetarlo.
Pero Mauro, simplemente no razonaba.
…
Mauro.
Destrozado, así me encontraba, había perdido todo, ya nada me quedaba.
Ángela lo es todo para mí y escuchar que ama a ese imbécil me hizo perder el control.
—Sabías