Arturo continuó con la conversación con sus padres.Ellos buscaban una forma rápida, para descubrir todo y poder hablar con Ángela.—Por el momento es mejor que alguien cuide de Ángela de lejos—dijo Damián.—Estoy de acuerdo—dijo Arturo.—Bueno, ya todos quedó claro, creo que es hora de ir a descansar—dijo Emilia—¿Te quedarás esta noche?—le preguntó a Arturo.—No, tengo muchas cosas que pensar, así que prefiero estar solo—contesto él.—Bien, conduce con cuidado—Emilia se acercó y lo abrazó.Arturo salió de casa después de despedirse de sus padres, tenía muchas cosas en la cabeza, se sentía seguro del amor de Ángela, pero temía que ella se sintiera en obligación de regresar con Mauro.Después de veinte minutos ya se encontraba ingresando a su apartamento, pero percibió que alguien más se encontraba en él, así que asumió de quién se trataba.—Ya que te tomaste la molestia de venir, hablemos—la voz de Arturo era firme.—Así que estás enterado—habló Mauro saliendo detrás de las cortinas d
Arturo llegó a casa de Ángela, ella lo esperaba como cada día.Después de despedirse de su pequeña hija, quién quedaría al cuidado de Mónica su niñera, salió a su encuentro con Arturo, quién se sentía muy intranquilo.—Hola cariño—lo saludo Ángela.—Hola hermosa—le contestó él dándole un beso en los labios.Arturo abrió la puerta del coche para ella, luego subió él. Arturo emprendió su viaje. Después de veinte minutos, Ángela noto que esa no era la ruta hacia la compañía.—¿A dónde vamos? Esta no es la ruta a la compañía—preguntó Ángela.—Iremos a un lugar diferente el día de hoy—contestó Arturo.—Pero hoy, tenemos mucho trabajo—le recordó Ángela.—Lo sé, pero eso puede esperar, esto es mucho más importante—habló Arturo.Ángela lo miró, ella había notado que Arturo estaba un poco serio.—¿Ha pasado algo?—preguntó Ángela.Arturo se quedó callado, con eso le confirmó a Ángela, que algo sí estaba pasando.…Ángela.Los días pasaron y olvidé por completo lo sucedido, Mauro había sido mi e
Barcelona— España.Eran las seis de la mañana, cuando la alarma retumbó en la habitación, Ángela sé levantó llena de ánimo, luego de tomar un delicioso baño y alistarse, se dirigió a la habitación de su pequeña hija Victoria, de solo un año de edad.La pequeña dormía en su cuna como un ángel, Ángela deposito un beso en su pequeña cabeza y bajó a preparar el desayuno para las dos.Ella tarareaba una canción de la cual no recordaba su nombre mientras batía los huevos en un bol de vidrio, ese día se sentía raramente feliz, quizás era porque después de dos largas semanas, Mauro, su esposo, volvería de su viaje de negocio. El sonido de su teléfono resonó tan fuerte, que de la impresión dejó caer el bol, haciendo que los cristales volara por todos lados.El pecho de Ángela subía y bajaba, su corazón estaba a mil, algo en su interior le decía que algo pasaba, ya sea, ese sexto sentido que se dice que las mujeres tienen.El teléfono volvió a sonar, sacando a Ángela de su trance, ella corrió y
Ángela se sentía dolida y a la vez molesta, Dios le había arrebatado a su compañero de vida, aquel con el que había planeado envejecer.—Quizás fue la única forma que encontró mi hermano para alejarse de ti—soltó Hanna.Las palabras de Hanna eran ignorantes e irritantes, pero Ángela no estaba dispuesta a caer en sus provocaciones, para ella era de verdad increíble que ni siquiera en un momento tan doloroso ellos no cambiaran su actitud, así que la ignoro.El funeral se llevó a cabo con normalidad, con solo ellos cuatro como asistente, al finalizar, Ángela se dirigió a su apartamento, con las cenizas de Mauro, había sido extraño que su madre haya aceptado que ella se quedara con ellas o quizás ya no valía la pena pelear.Al abrir la puerta de su apartamento, un dolor en el pecho la embargaba.— Cariño, ayudaba con este dolor—dijo ella sujetando con fuerza la urna de las cenizas de su fallecido esposo.Camino con paso pesado, hasta una mesa en donde había una foto de su esposo cerca de
Una terrible tormenta se había desatado en la vida Ángela, después de haber tenido todo con lo que siempre había soñado, ahora no le quedaba absolutamente nada.Su esposo se había ido de este mundo, dejándola llena de deudas, con una niña de solo un año, ¿Qué debía hacer? Era la pregunta, que se repetía una y otra vez, mientras seguía tirada en el piso, con su rostro lleno de lágrimas. Pero debía sacar fuerzas de donde fuera, no por ella, sino por su princesa.…Ángela.Me levanté y continué preparando el desayuno, al terminar fui por mi niña. Por hoy no pensaría en nada o eso trataría, debía procesar las cosas antes de tomar una decisión.—Lo haré bien—le dije a mi princesa.Ella me sonrió, mostrando sus pocos dientes, dando fuerza, así que, llamé a Mónica, para que cuidara de ella.Cuando Mónica llegó, la dejé con mi hija en su habitación y yo me dirigí a la mía, debía alistarme para ir al banco, pero para eso tenía que ir a la constructora por los documentos. Busqué en mi closet al
Mientras que Arturo tenía un encuentro íntimo con Tatiana en su oficina, Ángela se encontraba al borde del colapso.—Ustedes no pueden hacerme esto—dijo llena de desespero.—Puedo entender su situación, señora Fernández, pero también debe entendernos a nosotros—le dijo el gerente del Banco—El señor Fernández, no cumplió con ninguno de los acuerdos.—Yo no estaba enterada de nada—dijo ella con sus manos temblorosas—por favor denme algo de tiempo, solo será un mes en lo que consigo para saldar una parte de la deuda.—Eso ya no es posible, ya la mayor parte de los bienes de la familia están en manos de los bancos, darle tiempo solo atrasaría todo— agregó el hombre.—¿Bancos?, eso quiere decir que la deuda no es solo con ustedes—preguntó Ángela.—Así es, solo me queda decir, que tiene una semana para desocupar el apartamento—finalizó el hombre.…Ángela.No sé qué pecado estaré pagando, están frustrante toda esta situación, me siento tan inútil, de que me sirvió haber estudiado tanto si e
Marlon fue quien llevó a Ángela al hospital, él había dejado a Arturo en la oficina y había salido a averiguar toda la información que su jefe le había pedido, fue en ese momento que se percató que Ángela estaba parqueada aún costado de la vía e inmediatamente dio aviso a su jefe quien le pido que la llevara al mejor hospital.— Señor, el coche de la señora Fernández ya se encuentra en su residencia—le comunicó Marlon a su jefe.—Perfecto—dijo Arturo, sin quitar la vista de su computadora—Ya es tarde, llévame a casa.Marlon condujo hasta la casa en donde Arturo reside, luego se despidió y se fue a su casa, en cuanto a Arturo, él subió a su habitación y tomó una larga ducha, para luego ir directo a la cama a terminar de leer toda la información de Ángela.—Casada por diez años y actualmente viuda—dijo con una sonrisa en su rostro.Arturo sé delito viendo las fotos y leyendo toda información de Ángela, pero lo que él no sabía era que en ese archivo, en ese archivo, no estaba la informac
Para Ángela todo estaba empezando a mejor o eso era lo que ella creía, mientras esperaba ansiosa la llamada de los lugares en donde había dejado su currículum, inició con la mudanza, todo fue fácil y rápido gracias a la ayuda de Mónica. Ya instalada en el que sería su nuevo hogar, Ángela empezó hacer cuenta del poco dinero que le quedaba.—Buenas, tarde señorita, habla Ángela Martínez—dijo Ángela a la mujer del otro lado de la línea telefónica.—Buenas tardes, señora, en que le puedo ayudar—dijo en un tono amable la asesora.—Quiero solicitar un balance de mis cuentas bancarias—pidió Ángela.—Deme un momento—contestó la mujer.Ángela esperó pacientemente, pero por alguna razón estaba tardando más de lo normal, después de más de quince minutos, el teléfono fue tomado por el gerente del banco.—Buenas tardes, señora Martínez, le habla Armando, regente del banco—dijo el hombre.—Buenas Tardes—saludo Ángela—Me preguntaba ¿Por qué la tardanza?—Lamento eso señora, es solo que tenemos un in