[Narrador Omnisciente]
✤ LARITZA
[Oficinas de Plastichrom Industries, Milán - 8:45 AM]
Laritza Sandoval con el corazón en la boca por la llamada de su madre sobre que Giovanni se había comunicado con su hijo. Esperaba con todo su ser que su hijo estuviera equivocado
y que no haya hablado con su padre, que fuera una llamada equivocada, tenía a su gente investigando todo.
se detuvo frente al imponente edificio de cristal y acero de Plastichrom Industries, ajustándose la chaqueta de su traje de diseñador. El reflejo que le devolvía la fachada espejada es el de una mujer exitosa, segura de sí misma, alguien que había convertido el dolor en poder. Pero por dentro, su corazón seguía latiendo con la fuerza de un martillo contra el yunque.
Sali, revisa obsesivamente los documentos en su tablet—
-Señora Sandoval, he encontrado algo más sobre el intermediario que nos contactó inicialmente.
—Laritza mantuvo la vista fija en el edificio, pero su atención se concentró completamente en las palabras de Sali—
-La transferencia inicial que recibimos como adelanto para aceptar el caso... Provino de una cuenta en las Islas Caimán registrada bajo el nombre de una empresa fantasma. Pero cuando rastreé más profundo, encontré algo inquietante.
-Habla, Sali.
-La empresa fantasma fue creada exactamente tres días después de la muerte de su padre. Y el primer movimiento de dinero en esa cuenta coincide exactamente con la fecha en que usted desarrolló la primera versión funcional del Método Simurgh.—Laritza sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. ¿Qué está pasando?, es como si alguien hubiera estado observando cada movimiento de su vida, esperando el momento perfecto para actuar—.Hay más, señora. He conseguido acceso a los registros de llamadas del hotel donde su padre se hospedaba la semana antes de su muerte. Realizó una llamada de cuarenta y siete minutos a un número registrado aquí en Milán. Un número que pertenece a...
-A quién, Sali.—Laritza tiembla miedo—
-A Giovanni Visconti.
—El mundo se detuvo. Su padre había hablado con Giovanni antes de morir. Su padre, que supuestamente había muerto de un infarto natural, había estado en contacto con el hombre que la había abandonado cinco años atrás—.
Señora Sandoval, creo que deberíamos reconsiderar este caso. Hay demasiadas coincidencias, demasiadas conexiones que sugieren que usted está siendo manipulada hacia una situación que podría ser peligrosa.—Laritza enderezó los hombros. Durante cinco años había construido un imperio basado en su capacidad para desentrañar la verdad oculta en los números, en los patrones, en los desechos que otros ignoraban. No iba a retroceder ahora, especialmente cuando finalmente tenía la oportunidad de descubrir qué había sucedido realmente con su padre, su relación, con Giovanni y más que nada.. Saber si Giovanni habló con su hijo.
-No, Sali. Vamos a entrar. Pero quiero que mantengas una línea abierta con nuestro equipo de seguridad. Y si algo sale mal, quiero que te comuniques inmediatamente con mi madre y le digas que active el protocolo que establecimos para Gabriel.
-¿El protocolo de protección? Señora, ¿realmente cree que...?.
-Creo que mi hijo podría estar en peligro desde el momento en que acepté este caso. Y creo que mi padre murió porque se acercó demasiado a una verdad que alguien quería mantener enterrada.
Mientras caminaba hacia la entrada del edificio, Laritza sintió el peso del reloj de su padre contra su pecho. Lo había usado como amuleto de la suerte durante años, sin saber que en realidad era una pista que la llevaría de vuelta al punto de partida de toda su historia.
◆ ◆ ◆ ◆
◆ GIOVANNI
*[Sala de juntas de Plastichrom Industries - 8:50 AM]*
Giovanni se había cambiado de camisa tres veces esa mañana. Sus manos temblaban mientras revisaba por décima vez los documentos que presentaría a la consultora. A Laritza. A la mujer que había amado más que a su propia vida y que había abandonado para protegerla de algo que ahora parecía haberla alcanzado de todas formas.
El documento anónimo que había llegado a su casa seguía obsesionándolo. "El niño no es del sujeto G.S." Cinco años de culpa, cinco años de imaginar al hijo que había abandonado, y resultaba que Gabriel realmente era suyo. Pero entonces, ¿por qué había creído lo contrario? ¿Y quién se había beneficiado de esa mentira?
La puerta de la sala se abrió y entró Minerva, pálida y nerviosa.
-Giovanni, tenemos que hablar antes de que llegue ella.
-Ahora no, Minerva. En pocos minutos estará aquí y necesito concentrarme.
-Precisamente por eso tenemos que hablar. —Minerva se acercó y bajó la voz—. Anoche recibí otra llamada.
—Giovanni levantó la vista bruscamente—
-¿De quién?.—Minerva negó—
-No tengo idea solo me dijo que si no cooperaba, si no hacía exactamente lo que me pidiera durante la reunión de hoy, tanto tú como yo terminaríamos como el padre de Laritza.
Las palabras golpearon a Giovanni como un puñetazo. El padre de Laritza había muerto de un infarto. Al menos eso era lo que todos creían—
-Minerva, ¿qué sabes sobre la muerte del padre de Laritza?.
-Me dijo que no fue natural, Giovanni. Sé que él estaba investigando una red de corrupción que involucra a esta empresa y a muchas otras. Y sé que descubrió algo que amenazaba a personas muy poderosas.
Gerald se levantó bruscamente de su silla pero su secretaria tocó la puerta avisando la llegada de todos los miembros de la junta incluyendo a Laritza.
No pudo decir nada más, todo comenzaron a ingresar, Lari respiró unas 10 veces antes de entrar..
Laritza entró a la sala de juntas con la elegancia de una emperatriz, pero por dentro su corazón latía como el de una adolescente antes de su primer baile. Su traje negro de alta costura, sus tacones Louboutin que resonaban con autoridad sobre el mármol italiano, y su expresión fría e imperturbable eran una armadura cuidadosamente construida durante cinco años de éxito profesional. Sali la siguió con discreción, cargando su maletín de cuero italiano y la tablet que contenía toda la información que había recopilado sobre esta empresa en crisis.
La sala está llena de ejecutivos en trajes oscuros, todos de pie esperándola con esa mezcla de esperanza y desesperación que caracterizaba a los hombres poderosos cuando su poder se desmoronaba. Pero sus ojos, entrenados durante años para detectar detalles que otros pasaban por alto, se dirigieron inmediatamente hacia el hombre que estaba al final de la larga mesa de cristal.
Y entonces el mundo se detuvo.
Giovanni...
No había manera de prepararse para este momento. Durante cinco años había imaginado este reencuentro de mil formas diferentes: él suplicando perdón, él indiferente a su presencia, él feliz con su nueva vida. Pero jamás había imaginado sentir esta avalancha de emociones contradictorias que amenazaban con derribar todas las defensas que había construido tan cuidadosamente.
Es él. Definitivamente él. Los mismos ojos oscuros que habían sido su perdición, el mismo cabello que se ondulaba ligeramente en la frente cuando estaba nervioso, la misma estatura que la hacía sentir protegida cuando la abrazaba. Incluso tenía la pequeña cicatriz en la ceja izquierda, resultado de aquella caída en bicicleta cuando tenían diecisiete años y el mundo parecía lleno de posibilidades infinitas.
Cuando sus miradas se encontraron, Laritza vio algo que no esperaba: dolor. Dolor genuino, profundo, del tipo que solo viene de los remordimientos, del arrepentimiento, de esos que se llevan en el alma como piedras en los zapatos.
Giovanni no intentó esconder su reacción. Su rostro palideció, sus manos temblaron ligeramente, y por un momento que pareció una eternidad, fue como si los cinco años intermedios se desvanecieran como humo—
-Laritza... —Su nombre salió de los labios de él como una oración susurrada, como si fuera lo más sagrado que hubiera pronunciado jamás.
Ella sintió una punzada en el pecho, esa sensación de reconocimiento visceral que había extrañado más de lo que se había atrevido a admitir. Pero se obligó a mantener la compostura. Es Laritza Sandoval, CEO de Simurgh Industries, la mujer que había construido un imperio de la nada. No era la chica de veintidós años que había encontrado una nota fría sobre la mesita de noche—
-Señor Visconti.—Dijo ella, su voz controlada pero no pudo evitar que saliera más suave de lo que había planeado—. Es un placer conocerlo.La palabra "conocerlo" golpeó a Giovanni como una bofetada.
Ella está jugando el juego profesional, manteniendo las apariencias frente a los demás ejecutivos. Pero él podía leer entre líneas. Podía ver en sus ojos que sí lo reconocía, que sentía la misma electricidad que corría entre ellos como si los cinco años no hubieran pasado—
-El placer es mío, señorita Sandoval.—Logró decir, aunque su voz sonaba ronca—. Su reputación la precede.—Cuando se acercó para estrechar su mano, el mundo se redujo a ese punto de contacto entre sus pieles. La electricidad fue instantánea, devastadora, familiar. Laritza sintió como si una corriente eléctrica recorriera todo su cuerpo, despertando recuerdos que había enterrado en lo más profundo de su corazón. Giovanni tuvo que hacer un esfuerzo consciente para no entrelazar sus dedos con los de ella, para no atraerla hacia él como había hecho tantas veces en el pasado.
La sed de su amor despertó en él cómo si hubiera estado dormida.. Sintiendo el arrebato de amor.. En silencio decidió luchar por ella.
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❀ ⃟ LILIANA SANTOS ⃟ ❀