Narra
SamaraBajo las escaleras con sumo cuidado de no ser descubierta. Pero adivinen, hice más ruido que mono en jaula y ahora estaba delante de un fornido e intimidante cuerpo. Elijah se encontraba en frente de mi con una de sus gruesas cejas elevadas, esperando una respuesta a su pregunta la cual fue "¿A donde vas?".
Estuve a punto de decirle "Que te importa" pero después caí en cuenta de que el era mi secuestrador, o algo así, me había comprado y lamentablemente vivía con el. Ah y nos habíamos besado la semana pasada.
Pero eso no importa, el hecho de que viva bajo su techo, y no a voluntad propia no le da el derecho de saber a donde voy.