Durante las siguientes semanas, el trabajo me absorbió por completo. Por supuesto siempre encontraba la manera de, aun así, disfrutar de mi adonis y de mis amigos. Pero la rutina comenzaba a afectarme. Olivia se convirtió en una compañera de juegos asidua para nosotros. Y la pasábamos muy bien los tres juntos. Cuando el primero de junio llegó ya teníamos todo listo para el viaje de verano. Dan lo había organizado y yo no tenía idea de dónde iríamos. Por mucho que pregunté, no me enteré de nada. Solo dijo que pusiera ropa de verano en la maleta. Esa mañana, muy temprano fuimos a dejar a Xander con mi hermana, ellos lo cuidarían en nuestra ausencia, y de ahí al aeropuerto, donde el jet de la empresa Navarro Inc. nos esperaba.
—Ya estamos en el avión, dime donde vamos —insistí.
—Me pediste que te sorprenda. Ahora nada de