Kadet Kravec
Fany no me había escrito durante toda la tarde.
No me avisó cuando terminó de empacar las cosas ni tampoco me escribió cuando trajeron todo a la casa, solo me di cuenta porque las personas de la mudanza me habían enviado un mensaje de confirmación para que depositara la última cantidad de dinero.
Y cuando la llamé para ver si estaba todo bien simplemente no me respondió. Solo dejó que sonara y sonara y no contesto.
Eso me hacía saber que había algo mal. Por eso cuando se acabó la jornada me encaminé directo a casa y estacioné en la entrada sintiendo un silencio demasiado tenso.
Me dije a mí mismo que pronto debíamos llenar la casa de niños porque quería ser recibido con gritos y abrazos cada vez que llegara a casa, era penoso vivir en un lugar tan grande y estar solo y en silencio la mayor parte del tiempo.
Cuando mis pasos me llevaron hacia la puerta de la entrada y la abrí despacio me encontré con algo que me hizo fruncir el ceño.
Era una especie de sello que se pegaba