Estefanía Wolsky
Al siguiente día volví a despertar por las risas que se escuchaban por toda la casa. Mientras me levantaba y hacía algo con mi cabello y lavaba mis dientes podía escuchar como Kadet conversaba con Nat en la cocina.
Podía escucharlo todo a través de la puerta entreabierta y la sonrisa en mis labios no podía ser más enorme.
Anoche vimos una película y luego llevamos a descansar a la pequeña en la habitación de invitados que tenía Kadet y aparentemente ellos me habían ganado al despertarse más temprano que yo.
Al entrar en la cocina noté que Nat tenía ropa nueva. Eran unos zapatos de charol rojos y un vestido negro suelto que le quedaba como a una muñequita y su cabello estaba recogido en dos trenzas que claramente no se hizo ella.
Al mirar hacia Kadet lo noté sonriendo y negué lentamente sabiendo que se había puesto a peinar a Natalie.
—¿Te duchaste, pequeña niña? —cuestioné al ver que ella parecía lista para salir.
—Si, Kadet me dejó preparado un baño en la tina y la r