Estefanía Wolsky
Cuando dieron las doce del medio día los trabajadores del parque de diversiones comenzaron a repartir provisiones de comidas a los niños para el almuerzo.
Todos y cada uno de ellos se llevaron un almuerzo que obviamente parecía gourmet y almorzaron en compañía de la brisa y los momentos de diversión que habían compartido.
Yo al igual que ellos terminé enganchada en muchos de los juegos acompañando a Natalie y por primera vez vi más que rostros resignados.
Ellos estaban realmente felices disfrutando de este maravilloso día y anoté en mi lista mental un par de cosas que debía cambiar y arreglar.
Por ejemplo, había unos diez niños de diecisiete años que estaban a punto de salir del orfanato y escaparían de mi tutela en cuando eso sucediera.
Y probablemente tendría que pelear mucho con la idea que tenía en mente, pero estaba segura de que podría ser posible si tocaba los canales adecuados.
Tras haber terminado el almuerzo y haber dado una última ronda los guiamos de vuel