Manuel aún quería hablar, pero Pedro ya se había levantado.
—En cuanto tenga los resultados, te los diré de inmediato. Tengo una reunión a la que debo asistir.
Manuel se quedó sin palabras.
......
Bella salió de la antigua mansión y Carlos la llamó. Le dijo que estaba preparando su regreso al país y le pidió que fuera a recogerlo en el aeropuerto mañana.
—¿Es que no tienes chofer o no sabes reservar un coche tú misma? ¿Por qué tengo que ir yo a recogerte?
Carlos soltó una risa socarrona. —Durante tu estadía en el país de Marelia, si no fuera por mí, te habrías tenido que enfrentar a algunas dificultades, así que me debes un favor y tienes que devolvérmelo.
Bella se quedó un poco perpleja, pero luego fue directo al grano: —¿Laura sabe el vuelo en el que regresas? Seguro que ella también irá a recogerte.
—No sabe el vuelo, pero los vuelos del país de Marelia a la ciudad Mar son solo dos al día, así que ella podrá interceptarme.
Al mencionar esto, el tono de Carlos denotaba cierta irritac