—¿Ya has terminado?—pregunta Ian al lado de la otra línea.
—¿Perdón?—pregunto como estúpida.—Que si has terminado.—Sí.—¿Sí?—susurra con diversión Damián acercándose a mi.—Sí—repito mirando de mala manera a Damián y sus intenciones de seguir jugando—Si, si, en media hora llego a mi casa tal como hemos quedado—aclaro.—Bien—responde Ian.—Bien—suelto.—¿Te vas?—pregunta Damián cuando aparto el teléfono.—No me gusta hacer esto. Amo a Ian…—las palabras salen espontaneas.Él cierra los ojos, se aparta, coloca sus manos en el rostro y toma aire.(***)
La casa de mis padres ha sido el sitio donde he crecido. Es el sitio donde mi hermano Joe y mi hermana Violet, los má