Las manos de Deirdre temblaban. Intentó abrir los ojos al máximo para ver con claridad al hombre que tenía delante, pero fue en vano. Se obligó a calmarse y preguntó: "Por qué... ¿Por qué está el teléfono de Kyran en tu coche?".
Brendan nunca había esperado que ocurriera algo así. Frunció el ceño y se reprendió por su descuido. En el pasado había sido muy precavido y siempre había sido meticuloso con todo. Pero ahora había cometido un error a causa de la foto.
Sin embargo, enseguida se calmó y dijo: "Me reuní con él hoy".
Deirdre se puso nerviosa. "¡¿Te viste con él hoy?!".
"Sí, ¿qué pasa?", se burló Brendan. "No te preocupes. No le hice nada. Solo tuvimos una pequeña charla".
Los latidos del corazón de Deirdre eran cada vez más rápidos, y su pecho subía y bajaba con rapidez. "¿De qué hablaron?".
"Bueno, hablamos de muchas cosas. Por ejemplo, hablamos de ti".
"¿De mí?".
"¿No me rogaste que lo dejara ir? Sinceramente, no quería hacerlo, pero como ayer fui yo quien te puso en una