Sam presenció la escena cuando entró detrás de Brendan. Vio a la mujer de pie con frialdad y a Brendan arrodillado en el suelo, con los labios espantosos y la mano cubriéndose el abdomen, que le sangraba profusamente.
"¡Señor Brighthall!". Corrió hacia Brendan a toda prisa.
Deirdre sujetó el cuchillo y corrió hacia Brendan una vez más. "¡Brendan, expiarás tu crimen en el infierno!".
"¡Señorita McKinnon!".
Sam rugió y se adelantó rápidamente para detener a Deirdre, golpeándole el cuchillo en la mano. Cayó al suelo y Sam se quedó incrédulo. "¡Señorita McKinnon! ¿Qué está haciendo?".
"¿Qué estoy haciendo?". Deirdre levantó la cabeza para mostrar su rostro, lleno de odio y lágrimas. "¡Estoy vengando a mi madre!".
"Por favor, cálmese...". A Sam no le importaba nada más que la herida de Brendan. Era una herida muy profunda y la sangre había empapado la mitad de la camisa de Brendan. Su expresión era extremadamente desagradable y se apresuró a llamar al 911.
La respiración de Brenda