Me reúno afuera con los demás. Alessa y Niko también ganaron. Celebramos muertos de la risa viendo las caras de los perdedores hasta que Luke sale para verse con nosotros.
Su mirada me evita y yo solo sonrío. Creo que tiene un poco de vergüenza y rabia. No veo que sea el tipo de hombre que se deja vencer.
El siguiente juego es el laberinto de Alicia en el País de las Maravillas. Mientras los niños juegan y corretean por ahí, nosotros decidimos ir a un juego que queda al lado, donde no vemos personas en la entrada para hacer cola.
- ¿Entramos? – pregunta Niko.
- No podemos dejar a los niños solos. – le digo yo. Aunque ellos están divirtiéndose y les tomará un buen tiempo salir del laberinto, temo que puedan perderse.
- ¿Qué pasa, Pecosa? – dice Luke a mi lado – ¿Tienes miedo?
- No tengo miedo. Ni siquiera sé de qué va el juego. Solo me preocupan que se pierdan. – señalo hacia donde se encuentran los pequeños.
- No pasa nada. La enana ti