Lumina

Algo estaba mal, pero no lograba saber qué. Ese Riley no era el mismo que estuvo en la pijamada en mi casa, ese niño era el que siempre actuaba de forma extraña cuando estaba con Sophia.

O tal vez estaba siendo demasiado paranoica. Sophia era la madre de Riley, pero sentía que algo no era normal aquí. Lo podía sentir en mis huesos mientras la veía rondar a Riley como una depredadora cuidando a su presa.

La forma en que le hablaba, la manera en que él respondía con ese tono plano y sin emociones, me ponía la piel de gallina.

—Que tengas un día maravilloso, cariño —le dije a Ollie, agachándome para darle un abrazo rápido y él me correspondió el gesto.

Su emoción por volver a su clase era contagiosa, así que traté de concentrarme en eso, en lugar de la extraña tensión que sentía cada vez que Sophia estaba cerca.

—¡Lo haré, mamá! ¡Riley y yo nos vamos a divertir mucho juntos!

Pero al ver a Riley, noté que no estaba tan feliz como Ollie. De hecho, parecía casi... distante, incluso f