VILKANK
Abrió los ojos sintiéndose cansado, Vilkank había tenido una noche bastante movida luego de que Alisa se fuera por primera vez de su habitación luego de contarle la verdad y luego la segunda vez cuando un terremoto azotaba el lugar. Se había despertado con las luces rojas brillando sobre sus ojos y el rayo protector de su pulsera de camuflaje brillando alrededor de la habitación. Todo se movía, las paredes temblaban con fuerza y él esperaba que nada se destruyera. El pensamiento de Alisa cruzó su mente justo en el segundo que la escuchó gritar su nombre en el pasillo.
Corrió hasta la puerta, a pesar de las advertencias, para encontrarla tirada en el pasillo, su reacción inmediata fue salir para ponerla a salvo y eso fue exactamente lo que hizo. Se alegraba de haberlo hecho, porque de lo contrario podría haberse lastimado severamente como le hab&i