Por Lucas Hardy

El corazón me late acelerado y no sé por qué, pero tenerla tan cerca. Es que se parece tanto a ella…

Edimburgo, hace seis años...

—Amo cuando me miras así, oficial Hardy.

—Deja de decirme esas cosas, señora Hardy, que no me podré contener y hoy tenemls mucho trabajo.

—Por suerte yo me quedaré en mi camita descansando y luego iré al banco a depositar el reembolso que nos hizo la clínica.

—¿Y si te quedas en casa descansando? el dinero lo puedes esconder bajo la cama como lo hacían las abuelitas.

—Idiota, deja de hablar locuras y vete a duchar, sino no respondo por lo que te haré.

—Me encantaría averiguarlo, pero Jenkins me espera en la oficina.

—Ve, amor. Prometo no hacer mucho esfuerzo y demorarme lo menos posible.

—Y esa fue nuestra última conversación...

—Cuánto lo siento, Lucas, jamás pensé que hubieras pasado por algo así.

—No debían saberlo. Esa es la idea de mantener una operación encubierta, Hannah y gracias a los Scott lo he podido hacer.

—¿Pero por qué estuvi