Al ver esto, Carlota agarro a Astrid y trato de tranquilizarla ― Cálmate, siéntate y piensa las cosas.
―No tengo nada que pensar…
―Astrid, no puede ser que estés tan enojada porque James te beso frente a Irene. En realidad, creo que …
― ¡Cállate! ― Astrid frunció el ceño y miro a Luke.
James por su parte levanto ligeramente las comisuras de la boca.
«¡Bien hecho hermano!»
Susi miró insatisfecha detrás de Astrid la situación.
Carlota, que se reía de la situación, dijo ― Entiendo que estés enojada, pero ¿no crees que es demasiado mudarte por algo tan trivial?
― ¿Cómo no voy a estar enojada? ¿Soy una mujer a la que puede tocar cuando se le pegue la gana?
Se levantó y señalo al hombre. ― Nadie puede tocarme sin mi permiso.
― ¿Quién dijo que no tengo tu permiso? ― Dijo James tranquilamente.
―Sigue diciendo tonterías, no te permitiré hacer lo que quieras.
― ¿Quieres que te demuestre que no te trato como un peón, que no te bese para lastimar a Irene? Entonces es tiempo de que tú y yo hablemo