Roxana se quedó muda y asombrada al ver ese anillo frente a ella.
- Víctor…
- ¿Te gustaría casarte conmigo Roxana? aunque sabes, creo que nosotros ya vivimos la vida de casados – confesó apenado.
- Jeje si, tienes razón – mencionó ella sonriéndole.
- ¿Entonces?
- ¡Si, acepto! – declaró emocionada acercándose a darle un beso en los labios.
Víctor sonrió por eso y con cuidado le coloco el anillo en su dedo casadero antes de abrazarla para volver a unirse en un beso.
- Prometo hacerte la mujer más feliz del mundo – dijo mirándola a los ojos.
- Mas te vale que así sea Víctor.
- Lo sé, esta es mi segunda y última oportunidad de hacerlo bien.
- Hm… - habló sonriéndole.
- Y oye – empezo a hablar Víctor de forma coqueta – puedo saber ¿porque cambiaste de parecer?
- Porque ahora conocí al Víctor que siempre pensé que eras y no ese cruel que me miraba con asco porque estaba unido a mí a la fuerza.
- Si… creo que fui un cretino.
- ¿Crees? – preguntó ella arqueando la ceja.
- Am… bueno si fui muy