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Isabel no sabía como manejar la noticia del hijo de Callum, él enseguida levantó el teléfono y le miraba mientras hablaba por quién sea que esté del otro lado del celular le dijo que no se preocupara por nada que él resolvía todo. A veces recibían correos de ese tipo, pero el remitente nunca tenía un sello de una familia aristocrática y eso le asustaba a Isabel.
Un hijo… estando encerrada en su cuarto, esperando que llegue Callum puso la mano en su vientre sintiendo el peso de sus sospechas. Se quedó dormida esperando al duque y este no llegó. No pudo apartarse del teléfono en toda la noche tratando de comunicarse con Arabella.
Los días pasaron en un susurro inquieto para Callum e Isabel. Habían aprendido a construir una burbuja de calma a su alrededor, alejados de las miradas críticas y las opiniones no solicitadas.