Cap. 26
Renata salió de la gran mansión de su abuelo, caminó sin rumbo, sólo necesitaba despejar su mente. Descubrir que tenía un abuelo que, aunque entendía cómo se manejaba ese círculo social, la despreciaba y que la mujer que tanto daño le hizo era su media hermana era demasiado.
Los recuerdos que trató de guardar en el fondo de su memoria aparecían por oleadas, las palabras de su acosador y un cuestionamiento sobre todas las personas que la rodeaban. ¿Su familia adoptiva la amaba? ¿Por qué la enviaron a ese lugar? ¿Por qué su supuesto abuelo nunca quiso recuperarla? ¿Rodrigo tenía sentimientos sinceros por ella, o era por la fortuna de ese hombre? Sus pies la llevaron a un gran parque donde había un gran y profundo lago artificial, que servía para practicar actividades acuáticas. Subió calmadamente por el puente panorámico, ya que el sol había comenzado a esconderse. Ella se sentó y observaba a la gente que disfrutaba de una vida sencilla, sin reglas sociales ni mentiras. Mientras intent