— Todo el mal que has hecho fue mi hijo quien lo tuvo que pagar, por eso eres su asesina y serás juzgada como tal.
Ariel no pudo decir nada, apenas y se mantenía consciente, dando débiles gimoteos de dolor.
Violeta que había estado en un examen médico y acababa de regresar, sonrió, feliz de que ya Levy había rechazado a Ariel y ahora su camino estaba libre, sería la Luna de la manada.
Quitando su sonrisa y fingiendo preocupación, entró a la habitación para sorprenderse al ver la sangre en la cama de Ariel.
Ella en este momento debía estar sufriendo mucho y lo mejor de todo era que a Levy ni siquiera le importaba.
Violeta estaba disfrutando mucho de esto y del sufrimiento de Ariel.
— Levy no seas tan duro con Ariel, ella ya ha sufrido demasiado, además los lobos de bajo rango la quieren mucho. — Fingió suplicar Violeta con preocupación acercándose a Levy.
— Tienes razón, ya que ella es importante para ellos, debería convertirse en una, pagarás por tus errores siendo una esclava. — Espe