POV de Cercei
—Ay... —me quejé en voz baja, intentando cambiar la venda de mis heridas con una sola mano. Mamá me había dicho que pasaría la noche en la mansión principal, ocupada con más trabajo por todo lo ocurrido. La castigada debí haber sido yo, pero ella intercedió ante Monsieur por mí.
Intenté convencerla, asegurándole que era yo quien merecía el castigo. Pero mi madre haría cualquier cosa con tal de protegerme.
Mientras me concentraba en cambiar la venda, de pronto percibí un aroma familiar flotando en el aire. Cerré los ojos y me dejé llevar por ese olor.
¡El aroma de la cueva!
Tenía que ser él. Mis sentidos se agudizaron al instante cuando ese aroma se intensificó. Pude oír el susurro del viento y pasos que se acercaban. Alarmada, me puse de pie de golpe.
Me levanté justo cuando la puerta se abrió de golpe, el chirrido de las bisagras viejas resonando en mis oídos. Todo mi cuerpo se paralizó al ver al hombre que entraba. Era imponente, de cabello negro como la noche y facci