POV de Cercei
Los lores fueron presentándose uno a uno, jurando su absoluta lealtad hacia mí. Aun quería hablar con Vienna, pero no estaba por ningún lado.
Por más que quisiera buscarla, no podía evitar la multitud que me rodeaba. Y no dejé de notar que no todas las damas presentes estaban contentas con mi presencia. Podía sentir su juicio incluso desde lejos. Solo unas pocas mujeres se acercaron a mí, la mayoría ancianas.
Sus opiniones carecían de importancia. No tenía intención de aceptar el título que Monsieur intentaba imponerme. Si tanto deseaba que llevara su legado, entonces le demostraría cómo lo enterraría bajo tierra.
Agobiada por la constante falsedad de sonrisas y agradecimientos fingidos, finalmente me excusé y fui al baño.
—¡Esto no estaba en mi plan! —murmuré para mí misma.
Sí, quería la confianza de Monsieur, pero si eso significaba asumir el mando de un imperio que había odiado toda mi vida, prefería enfrentar mi propia muerte.
Qué idea tan terrible. ¿Había dejado a L