Capítulo 99. La confesión de Héctor
Capítulo 99. La confesión de Héctor
El silencio en la casa se había vuelto un enemigo más. No era el mismo silencio pesado que siguió a la muerte de Martín, aquel que me oprimía el pecho como si me faltara aire; este era distinto, más denso, casi asfixiante. Cada rincón parecía murmurar recuerdos, cada sombra me devolvía las imágenes de lo ocurrido. Los días se me hacían eternos, y las noches eran aún peores: apenas dormía, y cuando lo hacía, despertaba empapada en sudor, con la certeza de que la oscuridad que había invocado seguía latente bajo mi piel, esperando a volver a salir.
Mis hijos eran lo único que me mantenía en pie. Ian y Clara intentaban sonreír, intentaban jugar, pero yo veía en sus miradas las preguntas que no se atrevían a pronunciar. ¿Por qué mamá había gritado así? ¿Por qué esas sombras que daban miedo la obedecían como si fueran parte de ella? ¿Por qué papá no estaba allí para protegerlos? Y yo no tenía respuestas, o al menos no las que ellos merecían.
Alaric, e