Capítulo 117. El regreso a casa
Capítulo 117. El regreso a casa
Volvimos a casa al amanecer, después de un viaje silencioso que se sintió interminable. El coche estaba cargado con nuestras cosas más esenciales, pero lo más importante era que Ian, Clara y Elara estaban con nosotros. La pequeña dormía profundamente en mis brazos, acurrucada contra mi pecho, y los dos mayores alternaban entre dormir y quedarse mirando el paisaje desde la ventanilla, todavía aturdidos por todo lo que habíamos vivido.
El silencio en el coche era cómodo y tenso al mismo tiempo. Clara sostenía la mano de Ian, como si temiera soltarla y perderlo de nuevo. Él, aunque más tranquilo, se aferraba a su manta, mirando de reojo a su hermana, buscando seguridad. No me atreví a decir nada; entendía que después de todo, los cuatro habíamos pasado por un caos que era difícil de poner en palabras.
Cuando llegamos al edificio donde vivíamos, respiré hondo. El regreso a la ciudad me daba cierta sensación de alivio mezclada con un miedo silencioso: la