Axel se aseguró de que toda la propiedad estuviera bien custodiada, que sus hombres estuvieran seguros y que las trampas estuvieran en su lugar. Tenía que salir en búsqueda de la chica que estaría con Hunter y el tiempo cada vez más se estaba agotando. Su hermana Astrid estaba que colapsaba al igual que su hermano. Aunque, no estaba realmente preocupado por eso, sino porque Hunter era escurridizo a tal punto de que podía meterse en su manda como si nada y era lo que menos quería.
De un momento a otro, comenzó a llover y tuvo que regresar a la manada, ya que uno de sus hombres les dijo que su esposa había ido a ver a Gerald y que sus amigas ya no estaban.
— Le voy a dar unas buenas nalgadas por ahí a ese sitio sin mí —dijo entre dientes, mientras apretaba los puñ