Alek ladeó la cabeza mirando el momento en el que su hijo Hunter entró a su fortaleza en la isla. Las cosas no estaban del todo bien en ese momento, sentía que algo no andaba bien y el que Hunter hiciera acto de presencia.
— Padre —Hunter agachó la cabeza, en señal de burla hacia él—. Supe que Astrid sigue teniendo Bella con ella.
— Lo que pase con tu madre me tiene sin cuidado…
— Las mentiras son un pecado —se burló Hunter—. Axel se enamoró perdidamente de la chica que debía destruir en forma de venganza, ahora, la protege de mí.
— Jack tiene a más Melek con él…
— Lo sé