MEGAN
Megan abre la puerta de la preciosa y acogedora pastelería Rogers, su preferida en todo Montigraus, y lugar dónde había quedado con Alice esa mañana, para enfrentarse a la inevitable.
A esas horas no había mucha gente y podrían charlar con tranquilidad ya que después de que Donovan se fuera, había llamado a Evans tal como había prometido, y su amiga le había exigido verla de inmediato.
Una vez dentro, ve a Alice saludarla desde el fondo y con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.
Megan se acerca a ella y su mejor amiga se levanta para darle un abrazo gigante.
—¡Meg! —exclama Alice estrechándola fuerte entre sus brazos.
—Hola Ali —saluda de nuevo devolviéndole ese cálido abrazo a la loba.
—¡Por fin, por fin! —profiere Alice con felicidad en su oído—. Lo sabía, sab&iacut