Al día siguiente Alondra fue dada de alta, estaba pensando en la forma de trasladarse hasta la posada, cuando tocaron la puerta e invitó a pasar a la persona, entró Taddeo diciendo —. Vine a buscar a dos de las damas más hermosas que conozco y a un pequeño caballerito para llevarlos a casa.
—¡Taddeo! —Exclamó sorprendida —, no te esperaba, estaba pensando en cómo me trasladaría hasta la casa.
—Por nada del mundo dejaría