REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 26. Una mujer ocupada.
REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 26. Una mujer ocupada.
El día siguiente amaneció con una luz pálida que se colaba por las persianas del departamento. Cally entró con una pequeña bolsa de dulces para el desayuno y se quedó paralizada en la puerta al ver a Tristan dormido en su sofá. Tenía cara de que estaba durmiendo sobre una cama de clavos y ella no pudo evitar esbozar una media sonrisa, cruzando los brazos y observándolo.
Pero finalmente se acercó y le revolvió el cabello como si fuera un niño malcriado.
—Levántate campeón, o te vas a contracturar —dijo, con un tono que mezclaba humor y reproche—. Ese sofá no es tan cómodo como parece y tú ya no eres tan joven.
Tristan abrió un ojo, luego otro, arqueando una ceja con un gesto que le decía: “¿qué demonios?”. Se levantó a medias y se quedó con los codos apoyados en las rodillas mientras la veía hacer el café, hasta que su voz sonó baja, contenida, pero cargada de tensión.
—¿Te acostaste con Akira? —preguntó con un gruñido que hizo a Cally